EL ORIGEN
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El pimentón de la Vera no existiría hoy sin uno de los hitos más importantes de la historia: el descubrimiento de América.
Año 1493. Cristóbal Colón regresa de su primer viaje al Nuevo Mundo a bordo de la Niña, cuya bodega atesora maravillas nunca vistas en Europa. De entre todas ellas, Colón elige una planta para agasajar a los Reyes Católicos, que lo reciben con honores en el Monasterio de Guadalupe. Se trata de la planta del pimiento, que llegará, algunas décadas más tarde, hasta el Monasterio de Yuste, ya en la comarca de La Vera. Serán sus frailes jerónimos quienes obtendrán de ella el primer pimentón europeo.
Cuentan que fue en el Sifón de las Monjas, paraje natural situado entre el Monasterio de Yuste y el municipio de Villanueva de la Vera, donde se cultivaron las primeras plantas de pimiento traídas de las Américas.
El pimentón Sifón de las Monjas es un homenaje al acontecimiento histórico que lo vio nacer y una apuesta decidida por conservar su legado. Desde el compromiso con nuestra comarca y la fidelidad a la tradición, elaboramos un producto exclusivo cuya única filosofía es la calidad.
LA COMARCA
DE LA VERA
Ubicada al sur de la Sierra de Gredos, que la protege de las borrascas y los vientos polares, la comarca de la Vera goza de un microclima particular, de inviernos suaves y veranos secos que favorecen el cultivo del pimiento.
Durante generaciones, hemos sembrado y recolectado nuestro pimiento en las vegas de la margen derecha del río Tiétar, regadas por las aguas puras y cristalinas de las gargantas de la sierra.
LA TRADICIÓN
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Nuestro equipo está presente en todas las fases de la producción. Desde la selección de las semillas hasta el molido del pimiento, pasando por la cosecha y el secado al humo del mismo. Estos son algunos de los procedimientos artesanales que nos hacen únicos:
Producción limitada. Nuestro pimentón procede exclusivamente de los pimientos cosechados en nuestra finca mediante técnicas transmitidas de generación en generación.
Recolección manual. Solo seleccionamos los pimientos que, uno a uno, han ido alcanzando su grado óptimo de madurez.
Ahumado y rodeado según la tradición. Nuestro pimentón adquiere su característico aroma ahumado durante el proceso de secado, que tiene lugar en nuestros secaderos de piedra calentados con lumbre de leña de encina. Se trata de un proceso lento. Durante quince días, volteamos o “rodeamos” nuestros pimientos hasta que consiguen un secado uniforme y alcanzan su grado de humedad ideal.
Pisado y despezonado. Tras el proceso de secado, pisamos y despezonamos los pimientos, separando el pedúnculo o “pezón” de la cáscara. Solo así puede lograrse un producto de la más alta calidad, de un color intenso y un profundo aroma.
Molido en piedra. Molemos nuestros pimientos en molinos de piedra centenarios respetando técnicas de molienda utilizadas durante generaciones.
La suma de estos procesos hace de nuestro pimentón un producto único, de color intenso y textura uniforme, estable en el tiempo y de penetrante y equilibrado aroma a leña de encina.